La EIA (Evaluación de Impacto Ambiental) es un procedimiento preventivo para determinar la viabilidad socio-ambiental de un proyecto. Idealmente, se inicia de manera temprana para incorporar anticipadamente medidas que eviten o minimicen los impactos negativos. Así, se pueden evitar retrasos o mayores costos en etapas más avanzadas del proyecto al tener que revisar y adecuar el diseño por una tardía evaluación.
Cabe destacar que, si bien su nombre indica un estudio sobre el impacto en el ambiente, una arista igual de importante es la participación de la comunidad local. Los ciudadanos pueden involucrarse a través de una audiencia pública o consulta. De este modo, las opiniones u objeciones de los participantes son parte activa de esta evaluación, pudiendo ser considerada en la planificación, aprobación y ejecución del proyecto.
El documento técnico que presenta el proponente del proyecto a la autoridad ambiental se denomina Estudio de Impacto Ambiental (EsIA). En él se identifican los posibles impactos, la posibilidad de corregirlos y los efectos que producirán. Entre otras cosas, se indica cómo el proyecto afectará al clima, el suelo, el agua, el aire. A su vez, también se toma en cuenta los efectos en las actividades humanas como el empleo y la calidad de vida.
Los puntos a detallar en este documento son:
En resumen, en caso que el proyecto pudiese implicar un impacto en el ambiente y/o en la comunidad local, el mismo debe cumplir con el requisito legal de atravesar una evaluación de impacto ambiental. Será la administración pública quien a partir de los resultados, decida aceptar, rechazar o modificar el proyecto. Si estás interesado, con nuestra área de Ingeniería Ambiental tenemos experiencia en la realización de estudios de impacto ambiental.
Rawson – Chubut